1970 y 1984
Son los dos años que más suenan en twitter.
El primero, 1970, es la comparación a nivel económico.
El segundo, 1984, es la referencia a nivel social.
Panorama 1970
Hay bastante quorum en que nuestra época se parece a lo que ocurrió en aquellos años de rock & roll.
Hay mucho consenso en las similitudes:
Inflación
Estancamiento económico → la famosa estanflación.
Proteccionismo
Tensiones internacionales de calado.
Todo esto reflejado en un alza de tipos de interés que llego a un momento épico:
El famoso Saturday Night Massacre de 1979.
No fue ni un tiroteo ni un atentado ni nada relacionado con muertes.
Fue una subida de tipos de interés un sabado noche.
Lo hizo el entonces presidente de la Fed, Paul Volcker.
Era el año 1979 y de la noche a la mañana (nunca mejor dicho), lo tipos subieron del 11% al 12%.
Fijate que estamos hablando de 9 años, del 70 al 79, de pelea con la inflación y con unos tipos que llegan a unas cotas que hoy triturarían el sistema.
El mundo ha cambiado y el sistema financiero más.
Quizás no veamos tipos así nunca más, pero recuerda la frase:
“La historia no se repite, pero rima”
Panorama 1984
Esta cifra resuena mucho a nivel social.
Sinembargo no es por el año en concreto, si no por el libro de Orwell escrito en el 47 y que se titula 1984.
Este el resumen:
“Orwell presenta un futuro en el que una dictadura totalitaria interfiere hasta tal punto en la vida privada de los ciudadanos que resulta imposible escapar a su control”
Suena muy familiar
Normal, con la que estamos viviendo y con la que vemos venir.
Reitero que aunque la mayoria de la gente viva en la inopia informativa, no quita para que no sientan es zarpa de control que se cierne sobre nosotros.
De ahí, ciertas reacciones y conversaciones.
Escapar del sistema lo puedes escuchar en muchas sobremesas y no es por Bitcoin.
Por suerte, y de momento, tenemos a un asperger multimillorio dispuesto a frenar el avance de esta distopia y de la ideología woke que son la misma cosa.
El pendulazo de Musk no es baladí.
Veremos en qué acaba, pero de momento, disfrutemoslo.
¡Hasta mañana!