La caja de Pandora
Es peor de lo que parece.
Los rumores son varios y tocas a diferentes temas.
Cuando digo temas me refiero a corrupciones.
Puedes creer el rumor o creer la posverdad.
En este caso no hace falta ni uno ni lo otro.
Solo con hacer zoom out y aplicar el sentido común, este te dirá que ahí dentro hay más mierda de la que parece.
Me refiero a Ucrania.
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Siempre hay conflictos en el mundo, pero en este se huele que detrás hay más de lo que nos cuentan.
De lo contrario no tendríamos tal lio internacional que está poniendo en duda todos los acuerdos entre países.
Si, Trump es muy malo, Putin peor, Zelensky es un santo y la UE es un orgullo.
Ese cliché deberías cuestionartelo porque es fruto de los medios de comunicación.
Aquí no se salva nadie.
Desde el inicio, una de las acusaciones recurrentes a Ucrania es que es un país muy corrupto.
En el vecindario nadie lo niega.
Tampoco es excusa para una invasión.
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Por lo que se comenta, esa corrupción es de corte amplio.
No es la que nos tienen acostumbrados del político que recibe sobornos.
No.
Aquí, Ucrania pinta que es un campo de corrupción de escala global.
Una de esas “puertas de atrás” que todo sistema necesita.
Se habla de todo sin excepción: armas, órganos, personas, niños, drogas e incluso armas biólogicas.
Elon apunta a los oligarcas ucranianos refugiados por Europa.
También a las élites globalistas del amigo Klaus Schwab (demócratas, políticos europeos, hollywood…)
Cuanto más se enquista la situación más empiezas a sospechar que la realidad puede superar la ficción.
Que una vez más, bajo la defensa de una nación y de su pueblo, se esconden intereses muy jodidos de digerir y que conviene tapar a cualquier coste.
Y que una vez más, los locos conspiranoicos de twitter tenían su parte de razón.
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Estamos en una guerra global.
Que los conflictos localizados no te impidan ver el alcance.
Había un “nuevo orden mundial” en marcha, pero se ha colado Trump con el suyo.
Esto es una batalla económica, cultural y territorial.
De hecho la parte económica y cultural es el verdadero frente.
Para cambiar el status quo, no basta solo con hacerlo en la superficie sino que también hay que atacar en los bajos fondos.
Que es dónde se reparten los caramelos.
Uno de esos bajos fondos es Ucrania y nos la siguen dando con queso.
¡Hasta mañana!
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