El episodio de hoy parte del siguiente tuit+comentario.
Lo de “Las terrazas están llenas” empieza a ser el análisis económico de cuñado.
Cada día lo escucho más.
Es el clásico argumento placebo.
En lugar de pensar un poco, digo una especie de verdad incuestionable y ale solucionado, acabo de resolver un análisis económico.
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Hay que ir un poco más allá amigos de las terrazas.
Yo he visto terrazas llenas, pero mesas estáticas.
Por mesa estática me refiero a que las cervezas no se renuevan con alegría, más bien se alargan.
No está de más preguntar al camarero o al dueño de la terraza que aunque siempre se quejan (como cuaquier empresario), te van a decir cómo está el tema.
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Hay otro punto a tener en cuenta, sobretodo en un país como España.
Lo último que va a dejar de hacer la gente es salir a tomar algo.
Tomarán menos, recortarán gastos diarios o lo que sea, pero en España, la gente no se queda en casa ni a tiros.
Incluso voy más allá, en momentos de dificultad, mejor salir y airearse.
No digo que la cosa vaya mal ni bien porque no lo acabo de tener claro.
Mi sensación es que la cosa va, así sin más, sin echar cohetes, pero sin venirse abajo.
Es cómo que está todo a un paso de entrar en crisis o de entrar en un boom.
Un limbo económico marcado por:
Liquidez. Sostiene la fiesta.
Inflación e Impuestos. Frena la fiesta.
Tiempos de cambio por geopolítica e IA. Como si estuviesemos en un punto de transición a una nueva época.
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El último punto a comentar, es el que menciona Boro Mas en su tuit y quizás sea el más interesante.
La gente está gastando porque intuyen que no hay mañana.
Este argumento tiene mucho sentido en este panorama.
Asfixiados por impuestos e inflación, la gente percibe que el ahorro no le compensa.
No le compensa porque por mucho que ahorre, no le llega para comprar una vivienda o una segunda vivienda o para hacer cualquier inversión. Igual ni siquiera para un buen viaje.
Y si tenemos en cuenta que el ahorro es un sacrificio presente a cambio de un beneficio futuro y si ese beneficio futuro se esfuma…
¿Entonces para qué ahorrar?
Si, además, por inflación percibes que mañana las cosas costarán más que hoy…
¿Para qué aplazar el pago?
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Todo esto la gente no lo piensa, pero lo siente, lo intuye.
Notamos que “no hay futuro” y nos centramos en el presente.
En vivir el momento y el día a día.
Lo mejor es que esto lo lleva reflejando la curva de tipos de interés: tipos más altos a corto plazo que a largo.
Esto significa una preferencia por el hoy frente al mañana.
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Para entender mejor la movida de los tipos de interés y cómo sacarles partido, tengo el curso de Renta Fija para nofinancieros que incluye un año de suscripción en el club nofinancieros.
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¡Un placer! ¡Hasta Mañana!
Mariano Angulo Solves
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Las terrazas están llenas